Mucho se ha dicho y hecho desde hace largo tiempo por el canon que las sociedades (‘suciedades’ dice Jorge Cortell) de gestión hacen de las obras de arte, como bien puede ser un disco.
Mucho se ha dictado, y creado. Creado leyes anticonstitucionales. Creando leyes sin pies ni cabeza. Imponiendo por la vía legal lo que no cabe en cabeza de nadie, salvo unos pocos ‘iluminados’ que se enriquecen .
Se pueden leer mil cosas. Todas acertadas y que… dan un poco de luz y esperanza al asunto. O al menos algo en que pensar. Se puede leer a Jorge Otero (Stormy Mondays) que se puede decir que es cabeza de turco, como muchos, ya. SObre todo se puede leer a Jorge Cortell, que además de buena persona no tiene por qué acordarse de mi, solo compartí con él unos días en una Campus Party que bien merece la pena ser recordada por la camaradería de la gente que allí estábamos y no por todo el resto, sobre todo por la ‘organización’ del evento. Pero no me desvío, Jorge Cortell, abanderado de la crítica y la lucha por el libre pensamiento, en cualquier ámbito, incluido el de la propiedad intelectual, la de cada uno, no la que la ‘suciedad’ de gestión diga, es una lectura impagable. Despierta el intelecto y las inquietudes, pero sobre todo incide allí donde las ‘suciedades’ llegan con la injusticia que eso suele suponer.
Tal es el caso de la tienda Traxtore condenada judicialmente al ‘canon compensatorio’. Podéis leerlo en su web, y sobre todo, podéis seguir su cómic de la cruzada que llevan adelante: SGAE contra TRAXTORE, un cómic ilustrativo y real como la vida misma.
Un problema solo de España y la SGAE?
Desde luego que no. Leyes aprobadas en Francia hicieron que fueran aprobadas en España en su día las leyes que la SGAE propuso y metió con calzador para ser aprobadas. En Francia las han recrudecido hace poco, la SGAE se prepara para hacer lo propio, su ‘lucha contra el pirateo’ continúa en las salas políticas, incansables, sordos al clamor popular.
Van Morrison
Y todo esto, de lo que no tenía pensado hablar en mi blog, me ha surgido al oír el nuevo disco de Van Morrison: ‘Pay the Devil‘. La canción que da nombre al disco tiene esta letra que adapto libremente al castellano. Dice algo como:
‘Por qué tengo que pagar al diablo por mi música?
Tengo que pagar al diablo por mi música
Subsisto rodando de ciudad en ciudad
Tengo que pagar al diablo por tocar mi música’
Un tema demasiado serio. Si no has firmado ya, ¿a qué esperas?. Que tu voz se oiga!