Crónica de un éxito anunciado. 18 de Abril de 2004. Sala Galileo Galilei, Madrid. España.
La cola de gente era densa y cada vez más larga en Galileo, calle abajo. El frío aire que se levantaba no podía contra las ganas de ver a Arto Tuncboyaciyan y la Armenian Navy Band de nuevo en Madrid, sobre el mismo escenario de su anterior y primera vez por la villa.
A las 21:30h abrían por fin sus puertas la sala, ignorante a la gran afluencia de público que tardó media hora en poder llegar a entrar del todo, salvo rezagado de última hora, claro 😉 Por fin el concierto daba comienzo a las 22:05 h de la noche. Lentamente los músicos navales de un país sin mar, Armenia, hacían acto de presencia sobre el abarrotado escenario. Abarrotado porque no cabía una silla, instrumento ni micro más sobre la tarima del escenario de la Sala Galileo Galilei. Los músicos, avanzando despacito, se colocaron en sus sitios. Ovación y después…
Silencio
Un minuto de silencio por la víctimas del 11M, por las víctimas del terrorismo, por las vidas sesgadas en las guerras a las que el mundo se ve arrastrado a ellas, metido en ellas. Como bien explicó hacia el final de su concierto el mismo Arto, quien meditaba en voz alta a la afición allí congregada, lleno absoluto de la sala, invitando al respetable a hacer un acto de reflexión después de haber asistido a un concierto magistral.
Arto está Harto
Decía el mismo Arto que si si pudiéramos aislar nuestros problemas y tirarlos a la basura, entre burlas irónicas del poder de uno, dos, tres, cuatro o cinco personas y su influencia trágica y macabra sobre las demás personas del mundo seríamos mucho más felices. Las utopías de siempre, pero si consiguiéramos cada uno aislar nuestro problemas y quedarnos cono lo mejor seríamos más felices, seguía diciendo.
El concierto
Tras el minuto de silencio, el concierto comenzó con «Agua» y «Río» a la que siguieron más piezas de su útlimo disco ««Sound of our life – Part one. Natural seeds» y otras del disco «Onno» (homenaje a su hermano músico y maestro) pasando por versiones de clásicos brasileños y de sus éxitos con Ara Dinkjian. Con momentos íntimos y con la fanfarria habitual de la Armenian Navy Band llegamos a las 0:30h, y no hubo más que se debe cumplir el horario de cierre de los locales. Ovación de gala tras un concierto magistral, en el que nos lo hemos pasado genial, escuchando la voz juguetona de quien sabe muy bien cómo hacer sonar una olla con agua y soplar adentro de un botellín de cerveza de marca extranjera. Porque no es necesario instrumentos para hacer deleitar al público.
Arto Tuncboyaciyan nació en 1957, en Galataria, un pueblo cercano a Constantinopla. A los once años comenzó a tocar en Armenia para ganarse la vida y con los años consiguió tocar con su hermano, hacer giras y acabar viviendo en Estados Unidos, lejos de prejuicios que interfieran en su arte.
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