Es curioso pasear por esta gran ciudad que es Granada y fijarse en los miles de detalles de sus calles. Estos boliches, chirimbolos o defensas de los peatones para que no se suban los coches a las aceras recuerdan a un fruto de la granada, con su hoja y todo, al que parece que están desgajando un poco.
Instantes del paseante.